TODO ESTÁ
PERDONADO *
La
moral, la decencia, la honradez, la honestidad, la honorabilidad de las
personas no las garantiza su religiosidad.
Muchos de los más nefastos energúmenos de la historia han sido fanáticos
de sus creencias.
Generalmente
los fundamentalismos hacen a los fieles perder la objetividad, la razón es
sustituida por la superstición, cualquier intento de reflexión es expulsado por
la cerrazón, permitiendo que la voluntad sucumba y se obligue ante el dogma.
Habiendo
lo que llaman fe, todo está permitido, todo crimen absuelto, todo pecado
lavado, todo culpable indultado por la bendición y el falso arrepentimiento.
Reconociendo
a ese dios imaginado a semejanza antropográfica, se pueden cometer toda clase
de delitos, el fin siempre justifica a los medios, lo único imperdonable es no
temer al dios.
Se vale
todo, traicionar, calumniar, asesinar, robar, mentir, violar, acusar,
pervertir, torturar, chantajear, sobornar, extorsionar, cometer toda clase de
bajezas, excepto no temer a dios. Porque dicen: “todo es por voluntad del
Señor” así “lo dispuso” “dios sabe por qué lo hace”.
Ganar
dinero justifica todo: rezan, oran, se persignan, se hincan, se dan golpes de
pecho, se flagelan, celebran misa, bautizan, confirman, predican, se casan, se bendicen,
aplican los santos olios, cantan y siguen con sus plegarias rogando. Aunado a esto ¿todavía deben ser castos,
pobres y obedientes?
Son
seres humanos, susceptibles a caer el la tentación de la carne, la gula, la
avaricia, la ambición, el lujo, el confort, la riqueza, la embriaguez, el
morbo, lo lúdico, la glotonería, la saciedad de los instintos, la vanidad, la
soberbia, el orgullo, la vanidad, la barbarie, la depravación.
Es justo
que de vez en cuando se destrampen y cometan toda clase de atropellos, son de
carne débil, tienen que darle salida a sus instintos reprimidos tanto tiempo.
Ellos
están cerca del creador, él los entiende, los disculpa por tener a los fieles
dispuestos a todo para engrandecer cada vez más la iglesia de la verdad
revelada por la sagrada religión.
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