viernes, 18 de diciembre de 2015

EL SABOR DEL INFIERNO

EL  SABOR  DEL  INFIERNO

El aroma del infierno se percibía a leguas, el calor emergía del suelo, como si fuera una estufa encendida; luego nos dieron una probada servida en charolas de plata, reconocí el sabor intenso de aquellas flamas que zigzagueaban, se hacían enormes y luego tronaban.

Mefistófeles saltó de entre ellas con cruel sonrisa, sus dientes destellaban con mágico marfil y de su hocico saltaban chispas incandescentes.

Tragué saliva al ver como elevaba su trinche amenazante, al cabo de unos instantes su voz retumbó entre el acantilado, para enviarnos su bendición y su mensaje de bienvenida.

-He pactado con dios una tregua, malas interpretaciones han sido causa del conflicto que nos tuvo enemistados estos últimos milenios; ustedes no tienen por qué pagar nuestras desavenencias, de aquí en adelante serán bien recibidos todos, aún los más santos y puros:

Vírgenes, castos, beatos,  inocentes, renegados, blasfemos e irreverentes, las ovejas disgregadas del rebaño sagrado.
                   - Todos?- Preguntó un hortelano - !Sin excepción! -  podrán venir a disfrutar de nuestro calor- Dijo Mefistófeles -   Yo también?  -- !TODOS DIJE! - gritó endemoniado Mefistófeles, todos quedaron perplejos y lo siguen estando, hasta la fecha. 

   

   

GUADALUPE

GUADALUPE

-¿De adónde es Virgen?- Preguntaba el ranchero, a lo que algunos aldeanos respondían……de San Juan de los Lagos, otros decían que era del Tepeyac, unos más aseguraban que de Fátima, mientras aquellos argumentaban que era de Lourdes, esos de allá, insistían que de la Caridad del Cobre, este grupo neceaba  que de Talpa, era la virgen

Luego llegaron esas señoras de reboso que se encuentran sentadas en el atrio de la iglesia, a quien les oí comentar que la virgen era de todos lados, que jamás la había tocado varón alguno, que por ninguno de sus orificios había penetrado el dragón escupe zooides, incluso enfatizaban que la virgen no menstruaba y que jamás se había estado excitada por la pasión ni tentada por el pecado de la carne.

La sensualidad de la virgen había sido conjurada por  su madre Santa Ana y que San José no sabía ni por dónde, que él era completamente casto e inocente, que sí, efectivamente se había masturbado en Jericó de adolescente, pero de eso, ya hacía mucho tiempo, pero arrepentido de inmediato para luego retirarse para ayunar en el desierto.

Hoy la virgen está embarazada, su vientre cargado de un embrión, gestado misteriosamente por un arcángel de apellido desconocido, pronto dará a luz al Salvador. 

Rompiendo con todas las leyes naturales, relegando al grado de ignominia al acto primordial de la vida y condenando a los infieles, incrédulos y escépticos, por no aceptar las aberraciones de una tradición obsoleta.         


SOMETIMIENTO CIEGO

SOMETIMIENTO  CIEGO

Blasfemias e improperios diseminados por aquellos remotos tiempos en los que abiertamente los dioses habían desatado la ambición humana, ese resorte que mecánicamente responde como reflejo de cualquier influencia externa, quedando el criterio personal sepultado.

No te atrevas a desafiar a desafiar las órdenes y menos a desatender los mandamientos de la autoridad, obedece las reglas y pasarás por el mundo sin contratiempos, verás vacío tu camino, libre de enmiendas y obstáculos.

Cierra los ojos y escucha la voz cristalizada en tu conciencia que te dicta lo que agrada al rey, al obispo, al gobernante, al poder; jamás intentes hacer justicia por ti mismo, ni pensar autónomamente sin consultar a tus autoridades, ten presente que tú no eres nadie para juzgar y debes aceptar que careces de criterio propio, si es que quieres salvar tu alma de las llamas del infierno.

Sería anatema si empiezas siquiera a dudar de los mensajes del creador, señor del universo, que no quita un ojo de tu proceder a fin de vigilar tu camino por la senda del sacrificio, la abnegación y la virtud.

Nunca vociferes contra tus superiores, antes bien ríndete bajo su imagen, híncate ante su recuerdo, doblégate con inmensa humildad bajo su látigo y así tal vez te salves.