EL INCORRUPTIBLE
Hay
quien dice que es falso que haya existido en alguna época, otros afirman que
tan solo es un mito, una fábula inventada por las corrientes idealistas del
Siglo XVIII, otros aseguran que en efecto, vivió en un recóndito paraje de un continente
sumergido.
El caso
es que hay diferentes vertientes de pensamiento al respecto, muchos se apoyan
en ciertos indicios hallados en una profunda cueva de Groenlandia, donde se
dice que habitó en una de las inter glaciaciones Wûrm; en fin, todas las
teorías deben analizarse a la luz de la ciencia histórica, para aseverar la
realidad de su remota y dudosa existencia.
Algunos
científicos sostienen que existen pruebas contundentes acerca de que alguien lo
vio merodeando en Tanzania, también atrevidas y refutables confesiones de un
anciano que presumía haber hablado con el y aunque parezca increíble, hay quien
jura que lo trató en persona por unos días; sin embargo en el último Congreso
sobre su búsqueda, se concluyó que todo lo que se tiene en concreto, son meras
especulaciones, ya que los documentos en que descansaba la tesis más confiable,
fueron de origen apócrifo.
Alguien
lanzó la idea del eslabón perdido, pero de inmediato surgió su anti tesis y
muchas controversias surgieron de todos los confines de la tierra, desestimando
tal hipótesis.
Maestros
y doctores de los cinco continentes confluyen en la absoluta imposibilidad de
tal existencia y en ese remoto caso, el sujeto quedaría fuera de la especie
humana, entonces se tendría que deducir que fuera un extra-terrestre.
Pero
muchas leyendas se han vertido en la historiografía universal de personajes
incorruptibles, sin embargo al escarbar solo un poco en sus antecedentes e
historias íntimas, van saliendo a flote sus andanzas delincuenciales, sus fraudulentas
maniobras o sus engaños y caídas.
Cuentan
que en arcaicos tiempos, creo que fue en el Paleolítico Superior, surgió en una
aldea de Lemuria, un sujeto que cobró fama de no ceder al canto de las sirenas,
de no caer en lo que hoy llamamos cabildeo, que resistió a venderse, que
rechazó las migajas, que se rehusó a comer lentejas del plato, que jamás lo
maicearon, que nunca traicionó ni sus principios ni a su pueblo y por último
que fue lapidado sin clemencia por la plebe.
La
realidad es que desde Diógenes hasta nuestros días se le ha buscado y no se ha
encontrado tal singularidad, lo más probable es que no es que sea un ejemplar
extinguido, sino que nunca existió..