jueves, 17 de octubre de 2019

MI CUERPO (Monólogo)


MI CUERPO  (Monólogo)

Pobrecito de mi cuerpo, cree que es inmortal, siempre busca complacerse, pero evita a toda costa herirse, se cuida de no caer; inocente no le gusta lastimarse, ni siquiera un raspón.
Le gusta tirarse y descansar, le encanta ir al campo y respirar profundamente el aroma de las plantas, le gusta el sonido del viento cruzando las ramas.
Es iluso, actúa como si nunca fuera a morir, él quiere ser eterno, siempre quiere más.
No le gusta una sola posición, le gusta estar cambiando, me alborota cuando veo una mujer, una hembra que cruce por mi camino, entonces se detiene y algo se le dispara en el interior: el deseo, esa vehemencia magnética que une a los sexos, una magia exquisita con tintes ninfómanos, un lazo erótico lo deja cimbrando, le fascina afrodita, la diosa del amor, le ganan los instintos.
Pero ¡cuidado! Ya cojea, se ha vuelto un poco rígido en sus andares, ve borroso, todo se le olvida, tiene cicatrices que duelen, era invencible, ya no, se cansa, se queda dormido, se pierde en las noches de luna, se va al cementerio, se sienta en un sepulcro, se resiste a bajar, no lo acepta.
Pobrecito, él cree que es eterno, ¿cómo le explico?, yo mejor no le digo nada.