YO SOY MI DOBLE

YO  SOY  MI  DOBLE

El doble cuántico que en los sueños vive, ahí en ese diminuto tiempo imperceptible que no capta la consciencia, por ser entre los instantes la frontera.  Ahí donde la razón no opera como en la vigilia en qué ahora estamos.  Entre cada intermitencia imperceptible ¿Cuánto dura de un momento a otro?  Los sucesos también acontecen en lo imperceptible, en donde no soy consciente, pero mi doble sí. 

Mi doble soy yo, ahí en lo inconsciente colectivo, donde los registros akasicos, donde el eco rebota entre los pilares del pasado.  Vibran de resonancia las cadenas genéticas, descarga de herencias, emergen los significados, hablan los símbolos, la historia transmite los hechos, los miedos, los temblores.

El pasado es sagrado, ¿cuánto no lo será el presente?  ¡Sobre todo el futuro!   Epigenética alegoría que nos tiene absortos.     Nos dirige la resonancia genómica que hemos construido en nuestra historia, son campos mórficos, nuestro inconsciente colectivo junguiano, aunado a nuestra herencia genética, influencias determinantes en la vida del hombre. 

Acercar la herencia con la resonancia es conveniente y necesario, armonizarlas es benéfico.  Recomendable estrechar la unión entre tú y tu doble que habita ahí donde no puedes percibir.

Sí captas cuando sueñas profundamente, ahí estás en el centro del inconsciente colectivo, ahí perteneces tú, siendo tu propio yo.  Él, siempre sabe lo correcto, es perfecto, ahí no hay tiempo lineal, cuánticamente cronos pierde su valor y su peso; no hay separación entre antes, ahora y después.

Teoría de la causación formativa.      Rubert Shedrake, Jean Pierre Malet, Carl Jung. 

 

EL GUSTO

EL GUSTO

Me gustan mis sueños, mis ideas, mis especulaciones, mis dudas, mis respuestas y mis preguntas; me gusta mi ser, también mi hacer.

Me gusta reír, atreverme, ganar, triunfar, enseñar y aprender, dibujar, iluminar y pintar.

Me gusta caminar en medio del bosque, bajo la sombra de los cedros, de los robles y los encinos, también bajo los nogales y los pinos.

Me gusta sumergirme en las cristalinas aguas del río que corre luego de la cascada, me gusta treparme a los árboles, subir por las ramas a platicar con los pájaros.

Me gusta quedarme ido en el ocaso, allá perderme tras el horizonte, persiguiendo al sol y después, cuando la penumbra llega con sus sombras, con sus trinos, sus chicharras y sus grillos; con su misterio que no haya silencio, con sus estrellas en el negro firmamento tiritando de lejanía en los demenciales abismos del cosmos.

Me gusta cuando no tenga ya nada en qué pensar, ningún recuerdo, ningún pendiente, quieto, en neutro, callada la mente ni tan siquiera el tinnitus presente.

Por eso me gusta cuando duermo y me voy colgado de sueños.

CONSIDERACIONES

CONSIDERACIONES

Le pregunté a Pascal si era mejor no creer en dios o si correr el riesgo, valdría la pena?  -Vivir con miedo o vivir a plenitud, con eufórica alegría y animado por la pasión y los sentimientos humanos, o acobardado en una trinchera, esa es la disyuntiva, me dijo.

La liberad ha sido siempre vilipendiada por las religiones, cualquiera que ésta sea: o vivo con intensidad todos los episodios de la vida o me escudo en un caparazón que me protegerá de la corriente existencial de mi tiempo.

Me vuelvo insensible para proteger mi integridad y me quedo resguardado en la retaguardia neutral o me arrojo como un valiente a la adversidad propia de la vida.

Mi coraza la hice con tanta fruición que ya nada me  toca; porque buscando una flor encontré un nopal, palpando pétalos me espiné los dedos; buscando armonía hallé disonancia, husmeando calor me cayó el frío; en vez de besos recibí insultos; en lugar de abrazos, me dieron empujones; a cambio de sonrisas, me devolvieron muecas de desprecio; esperé apoyo y me respondieron con indiferencia; en vez de una mano tendida, me dieron una patada y en lugar de abrirme la puerta, con ella me dieron en la cara.

Persiguiendo amor conseguí odio, suplicando perdón hallé rencor, pedí amistad me devolvieron traición, propuse paz respondieron con guerra, les di mi confianza y se mofaron de mí, les creí y me encerraron en un calabozo.  

Ya nada me tienta, nada me afecta, nada me duele, nada me conmueve, nada me importa, nada me gusta, nada me enoja ni me entristece ni me alegra; mi consuelo es que hoy, estoy más cerca del fin que ayer.

!Muerto en vida o resucito para siempre!

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