jueves, 14 de abril de 2022

SIGLO XXI

SIGLO  XXI

¿Qué ha sucedido y sigue sucediendo? Me lo he preguntado un millón de veces los últimos días, los últimos meses y los últimos años.

La muerte maldita regresó con más fuerza, con terrible sadismo a inundarlo todo, aquí sigue anegado; pensé que te habías olvidado de nosotros, pero no, apareciste repentina y furiosa, sin pisca de conmiseración por nadie, te sigues llevando lo más íntimo, lo más sagrado, lo más amado.

Sobra decir sus nombres, pero es la misma sangre que corre por mis arterias la que has arrebatado sin pudor alguno, la ventisca mortal no queda ahí; abriendo la ventana al túnel de la historia se vuelve peor de cruel tu allanamiento, el castigo no cesa, se arrecia y con incomprensible furia irrumpe en todo el orbe.

Basta de amenazas, estás cumpliendo con tu devastador mandato, acaba con ellos, te ordenaron, hazlos sufrir, tuérceles el cuello hasta que se ahoguen en su propia espuma y aquí estamos atragantados en la historia. No te culpo, eres esclava del destino, llegaste muerte para quedarte estancada, para nublar la luz que veíamos, ni te acuso ni nada te reclamo, simplemente no te entiendo, obedeces instrucciones de la madre natura, te desnudas insolente, estrangulas y estallas en Europa, te desatas las frágiles cadenas con las que ingenuamente parecías atrapada, pisoteas los grilletes de papel con los que fingías estar presa.

¿Qué fue lo que falló? Termina de una vez por todas, este suplicio que a todos somete.

Es que pagamos deudas ancestrales, la perversidad sin límites de los hombres merece castigo, lo reconozco, no obstante los culpables se ríen en sus palacios, los triunfadores ganan los aplausos de los rebaños, los esclavos se rinden al látigo de los amos del mundo, entre ellos se felicitan por la gran guerra que inexorable se aproxima, jubilosos se refugian en sus bunkers orinándose a carcajadas.

Prenden fuego a las chozas de paja, escupen en los prístinos manantiales, vomitan en las fuentes de la vida donde con esmero resguardábamos la pureza del agua, alteran el silencio con sus eructos y sus flatos, defecan en los pesebres de la fiesta que nunca pudo empezar, contaminan la felicidad que ya se disponía a bailar de alegría.

Llenan de tinieblas la vida, los cañones salen a rodar por la temblorosa tierra y ellos siguen aplaudiendo y con sus infames burlas premian a los verdugos. Todo lo adquieren, lo alquilan, lo venden lo cobran; son los amos de la usura, desde siempre les enseñaron las reglas del abuso y del agiote.

Vamos en caída libre, sí compañeros, el mundo está construido con ladrillos de mentira, las través son falsas, la civilización se resquebraja, tapan la salida con sus lúgubres oraciones, sus suplicas y rezos a los dioses que ellos mismos sembraron con odio secular.

Desolados sin amparo quedamos en medio de la crisis que nunca se ha detenido, maldigo a los irresponsables que provocaron la tragedia del siglo XXI.