viernes, 8 de abril de 2016

BIENVENIDA LA CIENCIA

BIENVENIDA LA CIENCIA

Debido al retraso que presentan los países tercermundistas como México, los avances alcanzados en las naciones desarrolladas, están muy lejos de nuestra propia tecnología y como el mundo gira en esta modernidad, engranado económicamente, se hace necesario implementar de manera general, la ciencia vanguardista en el tema energético y en otros ámbitos del conocimiento, a efecto de lograr un satisfactorio grado de sustentabilidad para beneficio del planeta entero.
Por esta razón bienvenidas las tecnologías sustitutas de los hidrocarburos, como la energía eólica, la solar, la de las mareas, las que se generan a partir de los desechos orgánicos y todas las renovables que se están estudiando, en los distintos laboratorios de los centros de investigación universitarios.
Pero se hace necesario que las nuevas tecnologías no invadan los territorios donde se encuentran establecidas comunidades nacionales indígenas, ni donde habiten ciudadanos que, verían sus propiedades y tierras afectadas negativamente por dichos desarrollos en aras del progreso, sin respetar los derechos agrarios y legítimos de los habitantes de esas zonas, como ya está sucediendo en Chiapas.  
La nanotecnología al mismo tiempo que la física nuclear, puede aplicarse tanto para el perjuicio como para el beneficio del ser humano y de su entorno; la ingeniería genética puede modificar la información del ADN de plantas y animales, en el sentido de inmunizar contra enfermedades y plagas, así como incrementar la productividad y mejorar los nutrientes o perjudicar las cosechas y dañar al hombre; igual que la energía atómica puede destruir o salvar la vida.
Se trata de cooperar, no de competir, cambiar el enfoque del sistema; de una obsesión enfermiza por ganar dinero a toda costa y por encima de todo, a una colaboración integral, entre todas las naciones del mundo.   La investigación y desarrollo de fuentes alternas de energía con ciencia y tecnología adecuadas debe alentarse y ser financiada como urgente prioridad y no como lo es ahora que es sistemáticamente obstaculizada por intereses en conflicto, desde las élites del poder de las corporaciones internacionales, cuyo único fin es enriquecerse más.