EDÉN
Conozco un lugar donde nada es imposible, está regado con
agua bendita de la fuente de la vida, todo lo que ahí existe es tuyo, exorbitantes
parajes plenos de verdor invitan a retozar entre gardenias, rosas y azucenas,
todo alrededor despide aroma de corolas, pistilos y estambres de múltiples colores,
una especial frescura se esparce de los pétalos que alfombran la hierba.
Ven conmigo, ahí tejeremos un nido que nos habrá de abrazar de
rubor en las noches de luna.
Conozco un lugar en el que corren los arroyos sobre pedernales diamantinos de caprichosas formas,
donde las aguas caen en cataratas y nudos de espuma pegan entre los lirios y
los helechos.
Ahí abundan los duendes y las hadas, puedes encontrar unicornios
pastando en la pradera, quetzales cantando
entre las ramas y el rumor de los grillos secreteando a la noche.