domingo, 25 de octubre de 2020

LA BIBLIA

LA BIBLIA

En aquellos tiempos, estaban reunidos los apóstoles a las afueras de Jerusalén, platicaban alegremente, les invitaron a comer en una fonda, ahí se respiraba un ambiente cordial, tomaron sus copas y brindaron por el éxito del movimiento, se comentaba que el líder de aquel equipo había escapado de Herodes y ahora no estaba seguro, pero a él siempre se le veía muy risueño, muy contento.

Ese día organizaron una fiesta de traje comida, todos llegaron con algo: un pavo, un pato, una rata de campo, un chivito, una puerquita, unas acelgas, unos nopalitos, unos frijolitos, un arrocito, agüita de orchatita y más, lo que  quisiera llevar cada quien.

Ahí empezó todo, cuando Magdalena comentó que había manera de prolongar la vida en otro reino, en el cielo, donde se conseguían hasta siglos de eternidad.

Celebraban la concreción del proyecto, conseguido gracias a la intervención del espíritu santo al lograr un consenso entre los grupos de pastores, leñadores, pescadores, vagos y apóstoles; mientras entre el cielo aleteaba un pichón blanco.

¿Por qué nunca te ríes? -  le preguntó Andrés a Jesús, Eso dicen, para encajonarme en una imagen muy seria, muy preocupada, muy fatalista, me río de  buenos chistes, sonrío con las mujeres y me carcajeo con los niños; yo tampoco existí, pero estoy también aquí como él.

- Ofreceremos promesas, haremos compromisos, amparados por dios-  Simón lo miró de reojo, se levantó y gritó: -¡Que no se diga más! –

-¡Quieto! – Gruñó Judas Iscariote, - No te abalances, todos tenemos derecho a opinar – En eso estaban cuando Andrés se le fue encima, Jacobo intervino y con mucha valentía evitó que Judas lo matara con tamaño cuchillo.  Se desató una confusión,

A punta de sombrero, Bartolomé, Mateo, Felipe y Lobeo, sacaron a los ebrios revoltosos, luego Tadeo les dijo a todos;- Ya ni la friegan, no ven que todo esto va a quedar escrito en la biblia.   

jueves, 15 de octubre de 2020

LA NUEVA REALIDAD

 

LA NUEVA REALIDAD

Ahora me doy cuenta cuanto extraño el acercamiento de la carne, del cuerpo humano, de la intimidad.

Cuanta falta me hace el dar y recibir abrazos, el dar palmadas y besos, el decir secretos al oído, el estrechar los lazos amistosos con las manos.

Extraño los apretones cordiales y sinceros hoy tan alejados, el tener aquí junto a otro que siente y piensa como yo, sin poder siquiera tocarlo.

Añoro la proximidad del aliento que palpita, añoro las caricias que no puedo dar ni recibir, añoro saludar con efusividad al próximo, al conocido y al desconocido, añoro dar y recibir la confianza y la seguridad de compartir, de celebrar de cerca risas, carcajadas y hasta llanto y lágrimas.

No me puedo acostumbrar a separarme de todos, no logro habituarme a vivir apartado como un peligro ni a tratar al semejante como como un apestado, como un riesgo fehaciente y mortal.

Me harto de andar como escondido, rehuyendo todo contacto humano, como ocultándome entre las cosas como escudos, evadiendo a las personas sospechosas de estar enfermas sin saberlo, me canso de ver sus figuras como estatuas indiferentes en un cementerio callado y funesto.

No cabe duda que esto es un castigo para el hombre que de naturaleza es gremial.  

lunes, 12 de octubre de 2020

LA NOCHE

 

LA NOCHE

Ya llega la noche, mi amiga, la gran aliada de mis sueños, en ella me sumerjo, me dejo ir, me dejo llevar hacia los recónditos mundos donde la sorpresa es eterna, allí todos es posible, no hay entrada ni salida, no hay un antes ni un después.

La noche guarda en mi lecho mil misterios que interpretan mis sentidos, dormidos por el cansancio del ajetreo diurno; ella, la noche me espera, me cobija entre sus brazos, me absorbe, me lleva a otras atmósferas donde la fantasía impera, donde un sonido musical es el clima, donde nuevos colores se reflejan en alucinaciones, donde cantan los espejismos y asoman sus sonrisas los recuerdos de memorias arcaicas de dimensiones insólitas y embriagadoras.

Obscurece y los fantasmas empiezan a surgir de las entrañas de mi almohada, para conducirme a los edenes, a las grutas donde habré de introducirme para explorar esos territorios ignotos, esas residencias inexpugnables, esas construcciones ciclópeas en las que me pierdo en cada recodo, ahí donde pululan familias de seres indescriptibles y bailan coreógrafas siderales.

Llego y me reconocen, soy un intruso, un visitante de mágicas cavernas que embelesan mi espíritu en su reino.

 

BLASFEMIAS

 

BLASFEMIAS

No soy recomendable, les aconsejo que mejor se aparten de mí, más les vale.

Cuando me oigan llegar, huyan; cuando me sientan junto, corran; cuando me vean acercar, escapen; no tienen por qué aguantarme, no es justo para ustedes soportarme, evítense el sufrimiento, váyanse.

Soy como una cobra que al aproximarse al tumulto de gente, éste se disuelve de inmediato, estalla, la histeria se desencadena, las mujeres lloran, los hombres gritan, todos desaparecen.

Nunca he intentado ni concilio ni armonía, con ustedes la repulsión es recíproca, el rechazo es mutuo, yo vine de otro lado, montado en un aerolito distinto, pertenezco a otra historia, a otra memoria de un pasado ignoto, extraviado en una dimensión arcaica diluida en otro cosmos.

No, no hablamos el mismo lenguaje, ustedes lo hacen con las reglas del disimulo y la hipocresía, con el engaño ensordecedor de la soberbia y la ignorancia, con el amparo burlesco del miedo, del terror que sienten al notar mi presencia, del horror que les inculcaron en los sacramentos de los que son esclavos, empezando con el bautizo y finalmente con la extremaunción, de la que me río a carcajada batiente.     

domingo, 11 de octubre de 2020

LOS QUE YA NOS VAMOS

 

LOS QUE YA NOS VAMOS

Los muertos quisieran estar vivos aunque fuese solo un rato, disfrutar del respirar profundo el oxígenos de la vida, pero es demasiado tarde, se fue su oportunidad, ya no es posible resucitar como en los tiempos bíblicos de Lázaro.

También hay vivos que a veces quisiéramos estar muertos para no seguir sufriendo una tortuosa existencia o una dolorosa agonía.

La vida nos empuja, nos va llevando de la mano hacia el crematorio o al sepulcro, no se detiene un instante a esperar a que pase la quietud, el calendario nos va apurando, las fechas caen como en el dominó las fichas y desde embriones estamos sentenciados a desaparecer en los confines del tiempo.

Aquí seguirán nuestros átomos transformados en polvo, aullaremos en los recuerdos, despertaremos en las memorias, en los cantos, en las letras moribundas, en nuestros choznos.

Vivimos aturdidos por el tambor de la marcha fúnebre y por el himno triunfal del nacimiento de cada nueva esperanza, misma que se irá desvaneciendo hasta apagarse por completo.

Quien fuera eterno para no temer perder la vida, pero quien mejor no haber nacido para no tener tan maravillosa tentación.

 

ETAPAS

 

ETAPAS

Hay épocas de mi vida que quisiera expandir, hacerlas enormes, tan eternas como fuera posible, deleites que escurrieron incontenibles como miel que endulzó aquellos dorados días donde lo único que transpiraba era el amor.

Pero se fueron como meteoros fugaces, se me atragantaron en el fondo de un tiempo que huyó a pesar de mis garras que inútilmente intentaban detenerlo.

En silencio se escabulleron, cuando menos acordé ya no estaban más, los quise encontrar dentro, pero n o estaban, se los llevó el destino al infierno o al cielo, no lo sé, pero lejos donde no pude saberlo.

También hubo otros momentos que más valía para siempre borrar; no obstante de vez en cuando reaparecían, se hacían presentes, amenazando con irrumpir mi olvido, llegaban como fantasmas haciendo muecas obscenas e incestuosas, dando maromas demoniacas, ofendiendo mi serenidad, provocando mi tristeza, vengándose de nunca supe qué.

Se fueron todas, ahora brillan por su ausencia, se estrellaron en los recodos del infinito, allá por donde caen los rayos en la tormenta, donde ni el negro rencor ni la divina esperanza se reconocen.

LA VERDAD ESCONDIDA

 

LA VERDAD ESCONDIDA

Aquel que dice saber, quiere el resultado, desea que sean las cosas como le parece, tan fácil como afirmar que la claridad está ahí revelada.

Pregunto a cada uno lo que piensa, qué es lo que pasa, un tumulto de preguntas se aglomeran intentando indagar los resultados de una búsqueda infructuosa.

Transcurre el tiempo montado en los ciclos cósmicos y ocurren sismos y meteoros, tsunamis y erupciones volcánicas, exterminios y renacimientos de nuevas eras, los periodos se van eslabonando en una evolución que retrocede temblorosa a cada paso.

Se extinguen especímenes dominantes para dar paso a otros más endebles, pero más acomodaticios que se adaptan a los nuevos fuegos que corren como lava bajo la tierra como escombros resurgentes.

Recientes teorías emergen de la ceniza olvidada y humeante de lo que quedó del último desastre que no acaba de terminar, aún se oyen los lamentos de los que quisieron sobrevivir en una existencia herida, sangrante, purulenta que no se resigna a su obsoletismo.

¿Quién sabe algo?, una mínima gota siquiera de certeza, después del engaño brutal de la existencia de una conciencia, que no llegó siquiera, a respirar un grano de verdad.

LA VIDA

 

LA VIDA

Pareciera que todo vuelve, que el tiempo es circular, que los días son los mismos, que se estancaron las semanas, que la monotonía es imperturbable, que nada hay nuevo bajo el sol, que todo sigue exactamente igual.

Pareciera que las etapas se suceden en automático, que una detrás de la otra en orden repetitivo, sale el sol y luego se oculta de manera cadenciosa e imperturbable, como una rueda que gira y gira, como una esfera que da vueltas y vueltas para recuperar su posición sin alterarse.

Vueltas y vueltas al redondel enfadoso de un despertar tras otro, de un acostarse y dormir eterno e intermitente, sin pausas ni descanso, un tedio que se sostiene, que se queda, que se estanca con una lentitud desesperante.

Pero al cabo de los muchos atardeceres, algo insólito ha ocurrido sin darnos cuenta, hubo mutaciones, hubo cambios, hubo transformaciones, la entrada quedó allá en lontananza, en el comienzo de una vida que transcurrió inadvertida para quien la disfruta y la padece.

Allá quedó la niñez, desapareció la inocencia infantil,  para dejar lugar a la atrevida pubertad, que después se doblega al ante el rayo de la indómita juventud, que centellea como un látigo en la bruma, sin darse cuenta que se agota, con la entrada de la madurez que pisa fuerte sin voltear hasta que topa con la vejez, que al fin de la cumbre canta y llora a la vida que se escapara mañana.

ELLAS Y ELLOS

 

ELLAS Y ELLOS

La igualdad entre mujeres y hombres, igualdad en todo lo maravilloso y positivo, en lo amoroso, en lo grandioso, en la nobleza del alma y en la generosidad.

Igualdad en la ternura, en la gentileza, en la calidad de sentimientos; igualdad en las virtudes, en la entereza, en la entrega, en el altruismo, en la templanza, en la prudencia, en la paciencia y en la tolerancia; igualdad en el ingenio, en la honestidad, en la sinceridad, en la humildad, en la congruencia y en la integridad.

Pero la igualdad de mujeres y hombres en lo abusivos, en lo traicioneros, en lo falsos, en lo tramposos, en lo chismosos y argüenderos; la igualdad en lo léperos y pendencieros, en lo estúpidos y viles, en lo necio e incongruentes, en lo cobardes y rencorosos; no es aconsejable.

Cada sexo tiene peculiaridades muy especiales que les distinguen por su propia naturaleza, dejemos pues que ambos tiendan a ser virtuosos, a que lo que lo mejor de cada sexo se exprese y que ambos sean iguales solo en lo óptimo del ser humano.