EL VIAJE FINAL
Ya no sé qué
soy, era algo hace tiempo, ahora busco encontrar algún vestigio de lo que fui,
supongo que alguien; creo que tuve recuerdos, los que guardé despreocupadamente
en algún secreto sitio, que después sepulté en el olvido.
Todas mis memorias
anegadas en el pantanoso pasado, se van sumergiendo en el anonimato de lo para
siempre ido.
Nada ha
quedado en pie, una a una se han derrumbado las columnas que sostenían erguida
mi existencia, que resultó ser tan efímera, como las hojas cayendo en el otoño.
La materia inerte
y dura permanecerá, bloques de piedra y metal seguirán inmóviles y silenciosos
a través de los siglos, un viento nuevo soplará entre los árboles, silbando su
melancolía, yo no habré estado más entre
ustedes, ráfagas de vida como eco quedarán resonando la resaca.
Ningún
secreto me llevo, todo está abierto al escrutinio de los dioses y a la
indiferencia de los hombres.
Me despido
con la misma voluntad con que llegué, con idéntica ignorancia, impotencia y
solemnidad. Un mucho mejor de lo que llegué.