domingo, 12 de septiembre de 2021

ENERGÍA HUMANA.

 

ENERGÍA  HUMANA.

No hemos terminado de llegar cuando ya nos fuimos, somos tan efímeros como  un instante, finitos como una hoja que cae en el otoño, con existencia limitada y eso es sencillamente ¡maravilloso! Si la vida fuera eterna, nadie la querría.

La vida escasea en el cosmos, lo que abunda es la materia inerte.

Los procesos en que hay pérdida de electrones, son oxidativos. Pérdida neta de energía, aumenta su equilibrio y estabilidad. Cuando una sustancia se oxida, pierde electrones y energía.

Los procesos en que hay ganancia de electrones son reductores. Ganancia de energía, disminuye su equilibrio y estabilidad. Cuando una sustancia se reduce gana electrones y energía.

No, no extraño solo los cuerpos materiales de mis amados difuntos, extraño su energía., su voluntad diría Schopenhauer.

Según la física las leyes universales son inamovibles, fijas, inalterables, están ahí para regular fenómenos, son ajenas a sus efectos, desde el primero hasta el último. Pero esto no es verdad, se modifican, evolucionan por efecto de los campos mórficos que obedecen a la resonancia de los hábitos del pasado.

A veces conviene dejar que la mente divague libremente, que vaya a donde alcance la imaginación, soltarle la rienda, darle permiso para que traspase todos los límites, dejar que corra sin freno.

 

  

HIPÓTESIS

 

HIPÓTESIS

Todo es mágico, porque nada entiendo, absorto estoy desde que por primera vez vi la luz.

De todo lo que me rodea en la naturaleza, nada hay que no sea verdaderamente insólito.

Veo el firmamento lleno de estrellas, fantasmagóricos mundos más allá de la imaginación, innumerables luces prendidas en el infinito, concepto del que hablo sin tampoco comprenderlo.

Nuestro planeta es mágico, aunque lo pueda medir y pesar, sus misterios y sus magnitudes no dejan de dejarme absorto; ni la Geotermia ni la Paleontología, ni  tampoco la Astronomía me dejan tranquilo, aunque me den el número exacto de átomos que contiene el Universo.

Aun habiendo dado la ciencia tanta información sobre el origen de las galaxias, ni habiendo descubierto la constante de Planck, ni el Bosón de Higs, calma mi asombro, al tan solo ver una abeja, polinizando una flor.

Son mágicos los bosques, las selvas, los desiertos, las plantas, los animales, las nubes, los mares, los glaciares, las diversas especies de vida.

La vida es una excepción en el universo, una rara, una extraña, la más mágica excepción del universo; pero no sabemos qué otra clase de excepciones contenga este universo que existe y evoluciona rumbo a su extinción, hacia su inexistencia, a su muerte. 

Pero lo más fantástico y mágico es mi cuerpo, esos millones de células que lo integran obedeciendo un campo mórfico misterioso, los órganos, los sistemas, los tejidos, todos ellos pulsando al ritmo mismo de la vida, de una resonancia enigmática.

Cómo puede ser que todos esas moléculas que unen esos átomos, en desequilibrio y en constante intercambio electrónico en una química sabia, que me permite seguir, que me deja pensar, que me facilita dormir y me da la oportunidad de reproducirme con un inconmensurable placer.

Mágicas son las funciones automáticas e involuntarias que mi cuerpo no deja de desempeñar, aunque duerma el sueño de los injustos.     

APARECIDO

 

APARECIDO

-¡Extra!....Extra!...- Pregonaba aquel chiquillo en las calles, agitando un ejemplar del periódico de hoy.

-¡Que siempre sí existe dios - Comprobado….Lo afirman científicos, que encontraron evidencias contundentes!

-Dicen que se le apareció al Presidente, al Papa, a varios Cardenales y a uno que otro Obispo, eran murmullos que se extendían por toda ciudad.

Los pobladores de las colonias céntricas se arremolinaban en los atrios de los templos donde lo rumoraban, llegaría en cualquier momento, querían contemplarlo los incrédulos, los apóstatas, los ateos y los herejes; los creyentes traían consigo toda clase de regalos, con el rosario en la mano llegaban mujeres, ancianas y sacristanes.

Otros traían pliegos petitorios interminables para corregir su precaria situación financiera, para arreglar su decrépita deteriorada imagen y a la vez mejorar su salud.

Corrían de un lugar a otro, en busca de cosméticos y estéticas abiertas para embellecer su apariencia, no querían presentarse en  fachas ante el Señor.

-¿En qué vino, cómo llegó, cómo es? – preguntaban los feligreses levantando sus celulares en afán de filmar tan enorme acontecimiento, yo me quiero tomar una foto con él, exclamaba un peregrino.

-¡Ya se fue!  Fueron las últimas novedades. Al verlos se esfumó, rebuznó un sacerdote.