AVANCES Y
DESARROLLO MILITAR
Para la
enorme mayoría de la élite económica internacional, así como para los grupos de
poder que influyen y lideran el mundo, y como consecuencia para la débil
opinión pública, inmersa en la redes de los medios; la guerra es algo inherente
al hombre, algo natural e inevitable.
Se
refieren a la siguiente guerra como algo no solo fatal sino indispensable y
conjeturan con apasionamiento insólito,
acerca de ¿cómo será? La tercera guerra mundial es un gran enigma,
mientras llega, los ejércitos vanguardistas y los fabricantes de armas se
frotan las manos, la investigación sobre nuevos y súper modernos medios de
aniquilación del enemigo acelera el paso, encuentran y diseñan sofisticados instrumentos
asombrosamente mortales. Lo ven como una gran conquista de la ciencia y la
tecnología, nunca como una amenaza para la sobrevivencia de nuestra especie. La
guerra va unida al progreso, las armas a la prosperidad.
Pequeñas
guerras se suceden a todo lo largo y ancho del planeta de manera intermitente e
ininterrumpida, para beneficio de las élites empresariales que gobiernan el
mundo y accionistas de la industria militar. Mientras, mueren y son heridos
soldados y pueblos; destruidas ciudades y campos. Parece increíble este absurdo, no obstante, a
la mayoría de gente le parece normal.
No
pueden ni si quiera imaginar un mundo pacífico y menos desarmado, los países
tercermundistas gastan enormes recursos económicos y financieros en armas de
todo tipo de poder, armas desde luego inferiores a las que poseen las fuerzas
armadas de los países proveedores; recursos que deberían emplearse en
actividades pacíficas de educación, salud, servicios, vivienda,
infraestructura. Así vemos en países
africanos como Eritrea, Etiopía, Tanzania, Congo, Kenia, etc. o en países
asiáticos como Birmania, Laos, Vietnam, Cambodia, Malaysia, Indonesia,
Thailandia, etc. Afganistán, Pakistán, Irak etc. Latinoamérica como México, Guatemala,
Salvador, Honduras, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Cuba,
Haití, Sto. Domingo, etc. Hirviendo en armas y gran parte de su pueblo
sufriendo hambre, muriendo como víctimas de esta barbarie, de la que otros
hacen orgullosos aspavientos y dinero.
Alardean
con las armas del futuro, la guerra de las Galaxias, tan salvaje como la del
Peloponeso; especulan sobre los futuros cañones laser instalados en los drones,
las súper potentes bombas de neutrinos, los misiles de largo alcance con
múltiples cabezas nucleares y se aplauden por tan fantásticos avances. Olvidan
lo que pronosticó Einstein, la cuarta guerra mundial será a pedradas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario