jueves, 25 de septiembre de 2014

LA VOCACIÓN EXACTA



LA  VOCACIÓN  EXACTA

Sabían que lo primero que eligiera libremente su hijo, sería para siempre, para toda su vida, su madre lo presentía desde que lo parió, por eso con tanto esmero lo prepararon en las escuelas más prestigiadas del país.
A veces soñaban que su hijo sería un gran cirujano, lo veían con su mascarilla operando en un quirófano de la clínica más famosa de la ciudad, luego lo podían imaginar al volante de un Ferrari fórmula uno, en el gran premio de Mónaco, otras ocasiones como campeón mundial de tenis en el Torneo Rollan Garros ¡Qué Frederer o Nadal ni qué nada! -decían-.
Rumiaban por las noches, ocultos bajo las sábanas su esperanza en aquel retoño: Ya lo imagino dirigiendo un gran banco internacional en Hamburgo, Ginebra o Copenhague -decía el padre – ¿qué tal sentado en el trono de San Pedro en el Vaticano, repartiendo bendiciones a diestra y siniestra a los fieles creyentes? – Susurraba la madre - ¡Maravilloso! -respondía su esposo-.
Algunas madrugadas despertaban alucinando alguno de ellos que se lo habían figurado a la cabeza de un gran equipo de arqueólogos descubriendo los arcaicos restos de una dinastía perdida entre las arenas del Sahara y entonces se regodeaban de ilusión.
Quizá sea Embajador de nuestro país en la ONU, pensaban o tal vez el Secretario General de la OPEP, del FMI o de la OIT, yo creo que será el Secretario General de la OTAN- teorizaba el padre de aquel muchacho.
Será quizá un gran artista,  lo veo dirigiendo la Orquesta Filarmónica de Londres interpretando a Mozart, o tal vez como un extraordinario pintor en una de sus exposiciones en el museo de arte moderno de New York, o en el D`orsay de Paris, o en Del Prado de Madrid o en el Heritage de Moscú.-decía ella-
Lo veo a ratos con la banda presidencial cruzándole el pecho y jurando a la bandera cumplir con lo dispuesto en la Constitución - le comentó a su mujer- ¿Qué tal como presidente ejecutivo de la más grande corporación industrial del continente?- ¡Increíble, mi vida! - le respondía su marido.
Será probablemente el más grande de todos los arquitectos, diseñador de puentes gigantescos, de rascacielos enormes, de faraónicas estructuras, de las urbes del futuro, no lo dudes -  le confiaba el esposo.
Seguramente será un gran científico que descubrirá en su propio laboratorio la vacuna contra el cáncer, la solución a la diabetes, quizá descubra nuevos medicamentos para abatir las epidemias africanas y la cura del papiloma humano, es probable - replicaba ella-.
-Yo también lo imagino siendo llamado a dirigir la NASA, dado que fueran a enviar una expedición más allá de las fronteras de nuestra galaxia, pero simultáneamente y gracias a su capacidad científica, recibiendo ofertas de la Agencia Espacial Europea y de la Rusa - ¡fabuloso! –exclamaba él-.

Elucubraban en secreto el porvenir del estudiante: -Nada más imagínatelo dando un gran discurso ante el Congreso y por televisión,  sobre los alcances de su administración y todo el público aplaudiendo sus logros- o ¿qué tal? por ejemplo, míralo siendo capitán de un moderno submarino atómico, asomándose por el periscopio, listo para ordenar los torpedos- ¡Fantástico!-gritó ella-.     
Así el tiempo transcurría y sus especulaciones flotaban a la deriva del azar, llegaba por fin el momento de las decisiones, su hijo ya tenía la edad de emanciparse,  ya tendría la profesión elegida que le guiara en su existencia.
Era ya la hora de que les revelara su vocación – y bien ¿qué has decidido?-  abrió su portafolio y sacó un folleto diciéndoles: - ustedes serán mis primeros clientes, ya estoy en una pirámide multinivel, vendo membrecías de casa en casa, se le llama ¡cambacear!-
El padre sintió como un balde de agua helada en la cabeza, ella como si se le cayera el mundo encima, a los dos se les llenó el cerebro de calambres ¡ahí quedaron!     Y él con un block de pedidos en la mano, ¡azorado!



    

      

     


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