lunes, 15 de septiembre de 2014

SOY UN ESPACIO VACÍO





SOY  UN  ESPACIO  VACÍO

Ya la vida hace señas, algo extraño le pasa….está empacando, haciendo las maletas.- ¡ya fue mucho!- dice….- ¡recojan sus cosas!- ¿Cuáles?- me pregunto-.

Yo vine sin ser, llegué sin absolutamente nada encima, arribé desnudo ¡Qué pena! ¡Qué vergüenza! ¿Cómo me atreví a nacer?

Me vieron Doctores y Enfermeras, lo bueno fue que de inmediato me cubrieron con pañales, me taparon con cobijas, me limpiaron de placenta, nací todo embarrado de una especie de nata viscosa, de protoplasma y no creo que haya olido muy bien.

Todo lo demás que me pusieron, me dieron y tuve: fue solo paja, simple aserrín, relleno inútil, así que no tengo nada que llevarme ni siquiera mis recuerdos, tampoco mis heridas, menos mis dolores, alegrías y placeres.

No cambié al mundo un ápice, no desvié el curso de la historia ni un momento, no interrumpí el veloz  paso del tiempo ni un instante, fui lo que soy, el menos significante de los ex – seres, el más irrelevante de los productos de la vida.

En realidad fui lo que sigo siendo ahora, una especie de nada, un vacío absoluto que se llenaba virtualmente de ilusiones, de conjeturas, de hipótesis, de teorías, de probabilidades, pero que en el fondo sabía que no existía siquiera.

No hay porque avergonzarse de morir, no tiene nada de malo dejar de vivir, no se burlen de mí los inmortales eternos.





        

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