CARTA ABIERTA
AL PODER
Sí, les
escribo a ustedes, a los verdaderamente poderosos que mecen la cuna; no a los títeres que dan la cara sin pena, no
a los ciudadanos de a pié, no a los pueblos, no a los súbditos, no las
burocracias inconscientes, no a los aficionados, no a los feligreses confiados,
no a los trabajadores, no a los empleados, no al público indolente e ingenuo,
no a los desplazados, no a los emigrantes en busca del pan de cada día, no a
los manipulados, no a los estudiantes ni maestros que buscan construir un mundo
armónico.
Me
dirijo a ustedes, a los beneficiarios del sistema, a los que dictan los
vectores a seguir, a los que trazan las políticas generales; aludo a ustedes, los que pueden subir y bajar los intereses de
las deudas a su antojo y conveniencia, a ustedes los que están allá atrás, sosteniendo
las riendas de nuestro destino.
Porque
solo ustedes pueden salvarnos a todos, solo ustedes pueden detener el deterioro
ambiental, parar los crímenes y las guerras, suspender la destrucción de
nuestro hábitat, disminuir el calentamiento global, frenar la galopante
contaminación de nuestro planeta.
Las
democracias no son más que una patraña negociada y autorizada con su anuencia,
sabemos que nuestros gobernantes son solo marionetas que operan dentro del
maquiavélico sistema que ustedes diseñaron hace muchos años, ellos son lacayos
a su servicio, no tienen escrúpulos, capaces de las más abyectas traiciones en
aras de su enriquecimiento personal, a ellos no hablo.
Solo
ustedes señores del poder, pueden comprender que este fantástico planeta que
habitamos todos, requiere con urgencia la atención y el cuidado de todos y
especialmente de ustedes; las futuras generaciones están seriamente amenazadas,
incluyendo las que descienden de ustedes mismos.
Nadie
escapará del colapso al que nos encaminamos fatalmente siguiendo este sendero
del tan cacareado de crecimiento económico, de este desarrollo como paradigma
único, del endiosamiento del mercado como brújula de la actividad humana, de
priorizar la ganancia financiera como objetivo, de la acumulación ilimitada de
riqueza que les tiene obsesionados.
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