EL CUIDADOR
Desde
pequeño era alérgico a regaños y reprimendas, nunca aceptó ser corregido, no
soportaba acusaciones, ni toleraba ser castigado por nada; por eso huyó, largos
años se ausentó de todo, nadie supo que fue de él en aquellos tiempos.
Hasta hoy
rehúsa integrarse sanamente a la sociedad, rechaza todas las ofertas de
trabajo; se le ha invitado a formar parte de un equipo de ventas de bienes
raíces, no acepta; luego se le han ofrecido cantidad de empleos en ventas como
agente, no quiere; en seguros, servicios funerarios, automóviles, viajes se
niega; a cada uno los rechaza.
Hace poco se
le invitó para oficinista en una ventanilla de una dependencia oficial, el
resultado fue el mismo; se le propuso cambacear fino y alegre producto casa por
casa, se resistió; también se le planteó como obrero en una línea de producción
en una fábrica de la zona industrial, declinó.
Como
albañil, vigilante, carnicero o almacenista tampoco; como campesino, mecánico,
cobrador, pescador, cargador o jardinero y se burló.
Como
promotor de inversiones, tampoco; haciendo tacos, buñuelos o tamales y corrió;
finalmente se le conminó a pertenecer a una pirámide multinivel de artículos
cosméticos y para el hogar, se excusó. Dice que ni de presidente, lo que le
gusta es cuidar coches en la alameda, - es mi vocación y de aquí – dice – ¡nadie me saca!-
No hay comentarios:
Publicar un comentario