ANSIA
DE SABER
No, no se
consolaba con tan solo una débil explicación, quería conocer el fondo de las
cosas, las razones de los fenómenos, agotaría toda su potencia en la indagación
de motivos y causas.
Siempre,
desde niño se interesó en desentrañar los misterios que le traían asoleado, su
curiosidad era inagotable y generalmente insatisfecha.
Quería
entender todo, absolutamente todo, no había nada que cayera fuera de su
interés, menos las frivolidades y las apariencias fútiles; anhelaba comprender
qué fuerzas ocultas provocaban las reacciones físicas y químicas, deseaba saber
los orígenes de todo cuanto hay, buscaba siempre, investigaba, analizaba
concienzudamente en el laboratorio, en el centro astronómico, por micro y por telescopio.
Apenas había
sacado una conclusión más o menos válida, cuando otro fenómeno escapaba de la
ley descubierta, los contextos evolucionaban hacia regiones inimaginables.
-¿Por qué,
por qué?- se preguntaba una y otra vez,-¿Qué misterio se esconde detrás de las
cosas todas?-
Así pasaba
los años, persiguiendo verdades incólumes, así conoció que no hay leyes
eternas, se dio cuenta al final de sus días que el principal misterio al que se
enfrenta un hombre es a sí mismo.
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