viernes, 26 de agosto de 2016

EFECTO DE LAS RELIGIONES

EFECTO  DE  LAS  RELIGIONES

¿Las religiones han hecho un mundo mejor? Preguntemos a los padres de las doncellas sacrificadas en los ritos paganos de la antigüedad, qué nos dirán las víctimas de los holocaustos ofrecidos a las deidades de la historia.

Indaguemos con los feligreses despojados de sus pertenencias en las invasiones de los fanáticos de otras creencias, veamos qué nos dicen los moros de los cruzados que asediaban sus ciudades con insólito rencor. Penetremos en los monasterios a presenciar cómo los monjes, frailes y acólitos se enredan en diabólicos aquelarres sexuales dignos del infierno, pero con la bendición papal.

Auscultemos las finanzas de las iglesias para encontrar sorpresas económicas, producto del arrebato a los inocentes creyentes, atemorizados por la amenaza de la eterna condena.

Levantemos sotanas y hábitos de monjas y sacerdotes para hallar los más aberrantes pecados de concupiscencia desenfrenada.  

Saquemos a la luz el sufrimiento indescriptible de los pecadores repletos de sentimientos de culpa, acusados por las falsas doctrinas de los ministros apócrifos todos.

Preguntemos a los libres pensadores que fueron martirizados y quemados vivos en la hoguera por las huestes de la inquisición encomendada a Torquemada.

Sopesemos el odio generado por voluntad de los jerarcas religiosos, capaces de cometer toda clase de atrocidades para ensanchar sus privilegios.

La realidad ha sido torcida por los dogmas amedrentadores colgados de altares, templos y capillas, induciendo el culto a la mentira.

Las religiones huyen de la verdad, son alérgicas al entendimiento sensato, se ahuyentan despavoridas frente a la filosofía, son temerosas de la dialéctica; con hipocresía infinita arrinconan al creyente incauto y preponderan  la venganza de sus dioses, para quien reniega de sus absurdas necedades. 

Las religiones dan consuelo al criminal, perdonan al asesino, premian al cobarde, aplauden al tirano, repudian a los disidentes, odian a su competencia, son sectarias, están infectadas de inmoralidad.

Sin religiones el mundo sería mucho mejor, basta detenerse y ver el desastre en el medio oriente donde su perfidia es peor.

Cuánto daño han hecho las religiones al hombre y se lo seguirán  haciendo,  mientras esas arcaicas tradiciones no sean aplastadas definitivamente por la razón.         


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