viernes, 11 de enero de 2013


EL CARTEL

-Llama al Sapo, dile que es urgente, necesito hablar con él, parece que estos imbéciles ya van por la legalización….
-¿Qué? ¿Permitir el uso moderado? No lo creo, el Sapo se pondrá furioso cuando le anuncien ¡la malévola intención!
- ¿Sí? Bueno, aquí el Sapo, a ver dime ¿qué sabes de esta iniciativa?-
-Mira Sapo, un grupo de Diputados independientes, está planteando al Pleno del Congreso la legalización, lo hacen con argumentos fundamentados en cifras estadísticas, beneficios terapéuticos y experiencias internacionales;-
- mira no creo que pase, no lo aceptarán nuestros Senadores y tampoco la Cámara baja, somos una mayoría, ya cabildeé con todos, se armará un revuelo y se acabó.-
-Lo que no conviene es que se discuta, ¡debe darse carpetazo a esa estupidez, antes que cualquier debate! ¿Me explico?
-Háblale a Beltroni, al asco de Diego, al hipócrita de Santiago y al arrastrado de Emilio, los quiero aquí hoy a las cinco en punto, ¡sin excusa!-
-Ahí estarán Sapo ¡sin falta!
-y si no quieren, me los ¡levantas!-
A ver mis parlamentarios ¿Cómo que van a discutir la legalización?-
-Bueno, Sapo; permita explicarle-
-No me ande con rodeos ¡al grano!-
-Unos Diputados independientes, propusieron a través de una iniciativa, la legalización del cultivo doméstico y la comercialización a pequeña escala de algunos fármacos como la marihuana, la coca, el peyote, los hongos y la salvia divinorum. Nosotros recibimos una copia, la vamos a parar. No pasará, repetidamente gritaremos todos en coro, ya acordamos, no se preocupe Sapo, las drogas no serán legalizadas, primero pasarán sobre mi cadáver, se lo juro Sapo-.
-Pues hay se los haya, como decía mi tío Epaminondas, sería su ruina, nosotros tenemos además otros negocios, pero a ustedes se los carga la chingada, están avisados, al contrario, ustedes deben velar por la prohibición cada vez más estricta del comercio y del uso de los estupefacientes ¿ENTENDIERON?-
-Ni hablar, Sapo, usted manda-
-Ustedes ladren por salvar a la juventud del vicio, impulsen leyes que satanicen la canabis, la coca y las demás hierbas, reprueben con toda energía cualquier intento de legalización, no den siquiera oportunidad del debate sobre el tema, antes bien, castiguen con mayor rigor la siembra, el trasiego, la distribución, la venta y hasta el uso ¿ENTENDIDO?
¡Ahora largo de aquí, antes que me encolerice y los agarre a balazos, punta de inútiles! ¿Luego qué les voy a decir a los jefes? -    

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