jueves, 17 de diciembre de 2020

RESIGNACIÓN

 

RESIGNACIÓN

La gente intenta escapar de su realidad por cualquier medio, entendiendo por ésta, el contexto en el que vive, el entorno que le envuelve.

Cuando la realidad se le presenta tiránica y opresiva, mucha gente escapa a través del alcohol, a veces hasta perder el conocimiento; otros huyen con barbitúricos, con somníferos, medicamentos o drogas; la cuestión es salir de la angustia, de la desesperación, de la depresión,  del vacío existencial. 

En aras de mitigar el sufrimiento que nos causa la adversidad, propia del sistema social en que sobrevivimos, huimos  en busca de un oasis, aunque sea efímero como un lapsus; ante el cúmulo de trabas, de objeciones, de rechazos, de obstáculos y  reprobaciones, el dasein  se siente acorralado, sin opciones a la mano, aunque las intenta encontrar en una infructuosa búsqueda, pero siempre se topa con barreras infranqueables que le condenan.

El  sistema social fue hecho para premiar a los triunfadores, para alagar a los ganadores, para favorecer al más fuerte, para enaltecer al más poderoso, al más hábil, al más astuto, rico, abusivo y tramposo; en perjuicio del más débil, del más pobre, del más vulnerable. Mucha gente descalificada para esta competencia amañada, se refugia en las drogas, donde puede encontrar fácilmente la paz, la alegría y  la felicidad que el sistema le niega.

Una sociedad que produce tantos enfermos mentales, alcohólicos, viciosos, sufridos, adoloridos, tristes, desesperados, diabéticos, reumáticos, etc.,  deprimidos, estresados, suicidas y tantos infelices; No solo debe revisarse a fondo, debe haber una reflexión de la especie sobre lo que estamos haciendo mal y detenerlo, así como investigar lo que deberíamos estar haciendo y hacerlo, esta sociedad hay que sustituirla, nunca ha funcionado bien, tiene errores elementales que habrá que corregir desde el presente histórico de hoy. O será que es mejor aceptar lo que es y no lo que debiera ser?

 

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