EL TIEMPO
Intentando
comprender el tiempo, me di cuenta que es el elemento que todo lo atraviesa,
nada está fuera del tiempo; cada cosa, cada concepto, cada materia, cada
imagen, cada suceso pasa por el tiempo.
Cruza por
todos lados, el antes, el después, el ahora, el nunca, el quizá, el siempre, la
historia, la ciencia, el conocimiento, la física, la química, la geología, el
lenguaje, la arqueología, la antropología, la cosmogonía, la política, la
religión, etcétera.
La vida y la
muerte son intrínsecamente puntos de tiempo, nacimiento y funeral, dos momentos
de un currículo.
¿Qué pasa si
disolvemos el tiempo? Algo imposible, pero que supone quien afirma que el
tiempo es algo tan abstracto que no existe, que el ayer, el hoy y el mañana son
lo mismo, todo queda detenido en una sola verdad revelada en la energía
cuántica donde ni materia ni tiempo cuentan, pues lo único que hay es
espacio vacío, ¡Nada!
El tiempo es
insustancial, no existen ni átomos ni partículas de tiempo, sino que todo
ocurre a través del tiempo, concepto sin peso, sin forma ni tamaño ni color.
Es así el
mayor sortilegio, el enigma más misterioso de cuanto hay, si es que hay algo.
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