LO INMORTAL
Decidido a
resignarme y convencido que en la búsqueda de los secretos para resolver el
misterio de la existencia, nada había encontrado, así que fracasado me retiré
de mi tenaz intento, al interior de mí ser, a la contemplación serena de la
nada, del vacío infinito y de la eternidad.
No esperaba
nada ya, ni huellas ni señales ni luces que disiparan las tinieblas que
ocultaban los conocimientos por los que había luchado desde el principio de mi
vida.
Suspender
esa hambre, esas ansias de saber, de entender, de comprender la causa de la
existencia de los seres y con ello involucrado; pero inútil resultaron todas
las preguntas planteadas, todas las indagatorias, todas las investigaciones,
todas quedaron en suspenso, a raíz de la fallida búsqueda.
La verdad
nunca se develó, jamás apareció, la espera fue interminable, cada vez que
descubría indicios de algo, de inmediato se derrumbaba la expectativa, al menor soplo del raciocinio.
Po eso
callé, por eso detuve el pensamiento, por eso enmudecí las ideas, paralicé mi
diálogo interno, dejando la mente fluir y solo así fueron llegando las imágenes
de paz, de maravilla.
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