Remembranzas
Trato de
evocar la imagen de tu recuerdo, cuando eras joven, fresca, bella y radiante;
pero tu borrosa figura se diluye entre la neblina del olvido.
Hoy veo tu
rostro decrépito y gastado, sin correspondencia alguna con el brillo enorme que
veía en tus ahora apagados ojos de los tiempos idos.
Así me verás
a mí, con la diferencia que no estaré transformado, porque sigo siendo el mismo
hombre repugnante que siempre he sido.
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