domingo, 31 de enero de 2021

LA MENTE Y LO YA IDO

 

LA MENTE Y LO YA IDO

Definitivo, la mente que yo uso es independiente a mi voluntad, ésta es mucho más débil que la terca de mi mente, que se dispara, se va a donde le pega la gana, sin mi permiso, como si yo no existiera, me ignora, aquí es donde me surge la pregunta ; ¿Quién ordena? ¿La mente o yo? La respuesta es evidente.

Esta disputa entre yo y mi mente se resuelve todas las noches, cuando en vano intento apagarla, suspender ese interminable dialogo interno en que se enfrasca, discutiendo por sí misma, sin mi intervención, donde solo soy o testigo o víctima de tan - a veces -  bizantinas discusiones.

Puede la mente robar al sueño el tiempo sin cortapisas, escudriñar un supuesto, un juicio, una hipótesis, una frustración, un engaño o un fracaso; puede mi mente desenterrar discordias y venenos ya caducos e inertes y restregármelos en la cara, asuntos en los que ya no puedo hacer nada, ni siquiera lamentar.

Me gana, no la puedo someter, inútil ha sido tratar de convencerla que cambie de tema, cuando se aferra a uno, no lo suelta, le da vueltas, le busca tres pies al gato, es la conciencia analizando  y yo que ya quiero sumergirme en la inconsciencia.....

Se regodea con derrotas que he sufrido, con los derrumbes, con las pérdidas; parece que la mente se encanta de estar recreando sin restricciones las adversidades sin ninguna consideración para mí.

Buscando la cuadratura al círculo, intentando infructuosamente rescatar sucesos para modificarlos, repitiendo las mismas imágenes muertas y además pueriles; pero se restriega en ellas, se embarra en eventos ya idos.

Es como un animal salvaje que no entiende razones, no acepta controles, solo cuando el cansancio le llega, entonces de va callando, apagando y es cuando me deja soñar.  

 


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