miércoles, 6 de enero de 2021

LA HOGUERA

 

LA HOGUERA

Corrían fuertes rumores acerca de que ella había tenido dudas, no lo habían podido comprobar, sin embargo habían visto que a la hora de rezar, se hincaba con una sola rodilla; eso les hacía sospechar, por lo que debieron denunciarla con el santo papa, pues había indicios de herejía en esa mujer.

Tal fue el caso, que el santo padre encomendó a un grupo de cristianos, que vigilaran la conducta de aquella alma en camino de perderse.

La espiaban en todo momento, en complicidad con los familiares más cercanos, no la perdían de vista ni cuando dormía; hubo noches completas en las que entre sueños no alababa el nombre de Jesús ni una sola vez, fue ahí cuando la delataron con firmeza y saña ante los tribunales de la iglesia.

El día que la arrestaron estaba en el río, bañándose; mientras se enjabonaba el pelo, los emisarios se desplegaron entre la hierba y los matorrales, observando como desnuda, se frotaba los pechos y las piernas, con sensual cuidado.

Allí le cayeron - ¡Te cogimos in fraganti,  con las manos en la masa! – Exclamó el santo padre, al enterarse.

Cuando se persigna lo hace sin convicción ni abnegada mirada al cielo, suplica a dios con poca vehemencia,-argumentaban los inquisidores,- no pronuncia bien las plegarias,- insistían los obispos,- cuando se confiesa, esconde una sonrisa burlona, -acusaba un cura-, a la hora de comulgar no saca bien lengua.

 - ¡A la hoguera! – Vociferó el santo father.

No hay comentarios:

Publicar un comentario