INCONCORDANCIA
No entendía
lo que pensaba, sin embargo, gastaba mucho tiempo pensando, sin traducir sus
pensamientos en lenguaje alguno; tampoco comprendía las palabras que en
catarata pronunciaba sin ningún significado.
Sus ideas y
sus palabras no se correspondían, cada una de ellas corría por su lado.
Algunas
veces hablaba por horas enteras sin decir absolutamente nada, otras veces su
imaginación se remontaba a regiones tanto fantásticas como inhóspitas sin
traducción literal alguna.
¿Cómo
conectar ambas entidades? se preguntaba….nunca
era simultáneo, no convergen, no se interponen, no se sustituyen, no se
contradicen, se conservan soberanas e independientes.
¿Qué estoy
diciendo? Y se escuchaba en una serie de sonidos convertidos en frases y
palabras que en un idioma desconocido algo querían decir, aclarar, explicar,
comunicar y así dejaba que la lengua se expresara; pero su sonido entraba por
un oído y salía por el otro, sin dejar rastro.
Los
pensamientos no se ajustaban a ninguna regla, como un torbellino, se sucedían,
se amontonaban y se desplazaban buscando salir por la boca atropelladamente,
pero quedaban atascadas emitiendo estrambóticos sonidos ininteligibles para nadie, él incluido.
Tuvieron que
internarlo, ahí lo atascaron de pastillas, vean como ¡lo han dejado! El solo se
quería entender.
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