viernes, 6 de marzo de 2015

SUI GENERIS HUMANA



SUIGENERIS  HUMANA

El hombre es el único ser viviente que no guarda equilibrio ecológico con la naturaleza, es quien desestabiliza los procesos homeostáticos de la tierra, la especie que no deja de incrementar su cantidad, ha derrotado a todos sus contrincantes, ha alterado significativamente el armónico balance del planeta.
Su expansión exponencial rompe con el flujo natural de igualdad entre nacimientos y muertes, gracias a sus facultades y dotes mentales, ha logrado alargar su vida, evitando epidemias y muertes prematuras, aun con la violencia de sus guerras fratricidas, a pesar de hambrunas y devastadores meteoros; su reproducción no tiene precedentes, actualmente habitan el planeta más de siete mil millones de seres humanos, con todas las consecuencias que esto conlleva.
Las demás especies que pueblan la tierra mantienen un equilibrio homeostático que no excede de un rango saludable, sin excederse ni disminuir su número, merced a los ciclos de renovación y a la interdependencia de unos con otros.
Disminuciones y multiplicaciones exageradas son automáticamente compensadas en aras de sostener reguladas sus manadas, sus colmenas, sus parvadas, sus hatos, sus cardúmenes, en fin sus comunidades, trátese de mamíferos, aves, insectos, reptiles, peces, etc. Todos, excepto el humano y sus parásitos y plagas, como los nefandos roedores que le han acompañado a los largo de su historia.
He aquí su responsabilidad, en tanto se va extendiendo, va acabando con las especies que le son valiosas para su inmediata sobrevivencia, termina con cetáceos, paquidermos, grandes felinos, caninos salvajes, búfalos, alces, renos, hipopótamos, rinocerontes, jirafas, osos, etc.
También parecen sus enemigos mortales: selvas y bosques; derriba árboles, arrasa manglares, elimina arrecifes, destruye cactus, corta lianas, ensucia ríos, desmonta estepas, succiona mantos, acaba plantas y pastizales; tal parece que en sus genes trae una consigna depredadora, que le induce a terminar con la misma fuente que le dio la vida.        
     


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