jueves, 24 de octubre de 2013

Ventaja de privatizar



VENTAJA  DE  LAS  PRIVATIZACIONES

Ha quedado demostrado históricamente que al ojo del amo crece el caballo y que los negocios prosperan bajo la vigilancia del dueño, aquello que es ajeno se descuida y acaba por naufragar, lo hemos visto con los Ferronales, Guanos y Fertilizantes, Ciudad Saghún, Telmex, Conasupo, Mexicana de Aviación, Canal 13, SICARSA, Altos Hornos, Cía. De Luz y Fuerza, Puentes y Caminos, la Banca,  etc.
La baja burocracia siempre ha sido patéticamente inepta y apática;  la alta burocracia voraz y corrupta; lo que se ponga en sus manos de inmediato es degradado hasta quedar en ruinas; los burócratas son de suyo egoístas, buscan su beneficio personal y a la menor oportunidad se evaporan en busca de un mejor futuro, obedeciendo sus naturales instintos animales.
La misma suerte correrán a la larga las instituciones de salud, educativas y de toda índole; puesto que el individualismo está profundamente arraigado en la filogenia humana. Se dice que somos animales gregarios, cuando en verdad somos exageradamente egoístas y solo bajo esta auténtica premisa podemos convivir; así pues, tenemos que privatizar absolutamente todo para que funcione la sociedad, nada puede quedar en manos públicas, si es que queremos eficiencia; hasta los gobiernos deben pasar a manos privadas y no de cualquiera, solo de aquellas que demuestren tener solvencia económica y capacidad para cumplir con los objetivos de cada actividad.
Como lo único que en realidad mueve al hombre es el lucro, este debe ser abiertamente y sin tapujos demagógicos el fin de cada movimiento humano. 
Nuestro país se enfilaba peligrosamente a principios del pasado siglo hacia el abismo sin fondo del socialismo, fracaso patente en todos lo países que intentaron tan descabellado ensayo y opuesto a nuestra vocación liberal.
Afortunadamente el destino nos colocó en la vecindad de los Estados Unidos de Norteamérica, país ejemplar que cuida las endebles democracias del mundo y que gracias a su valiente y poderoso arrojo, ha estado poniendo en su lugar a los intentos revolucionarios anarquistas que amenazaban contaminar todos los continentes.
La guerra fría terminó como debería, la Unión Soviética se desmoronó por completo y el peligro quedó conjurado, solo permanecen aún algunas dictaduras sostenidas con las armas y la opresión de sus miserables pueblos, pero ya caerán los tiranos que aún ríen martirizando a sus ciudadanos.
La sombra de América nos ha dado enormes ventajas, muy positivo fue que se adueñara de más de la mitad de este paupérrimo territorio que hoy llamamos México ¿qué sería de California, Iowa, Arizona, Nuevo México y Texas en nuestras manos?  Sino un páramo de inopia e ignominia.
Todos los países envidian nuestra privilegiada posición geográfica, la benéfica influencia de U.S.A., se deja sentir de cerca en todos los campos. ¡Quién fuera México! Exclaman todos lo pueblos alejados de este magnánimo gigante, defensor de la justicia universal, propagador de arte, cultura y satisfacciones.
Hemos sido secularmente beneficiados con todo lo que escurre del norte, su ciencia, su tecnología, sus consejos, su ejemplo y muchas otras gracias que han bajado a salpicar nuestro precario territorio.
Debemos estar permanentemente entusiasmados con la gran potencia yanqui, pues sus empresarios e inversionistas han puesto su mirada en este su traspatio y tenemos que hacer de México un nicho para sus capitales, que hallarán aquí las más espléndidas ventajas para su fortalecimiento.
Sus inversiones a todo lo largo y ancho de nuestro país, brindan oportunidad a millones de trabajadores que encuentran su sustento diario en sus formidables instalaciones.
Hemos también de apreciar su fantástica hotelería desplegada en nuestras hermosas playas donde cientos y cientos de camareras, porteros, vigilantes, jardineros, peones, cantineros, meseros, choferes, cadis y conserjes encuentran el pan diario y el feliz acomodo en sus resorts.
Vemos con beneplácito como magnas empresas canadienses han canalizado sus inversiones hacia nuestro paupérrimo país, escogiendo nuestro subsuelo para extraer los metales más ricos de las vetas nacionales.
Nos enorgullece también como chinos y japoneses por oleadas llegan a abrir nuevos negocios en México, dándonos la oportunidad de ver como se multiplican los establecimientos manufactureros y comerciales asiáticos, contratando mano de obra autóctona, mediante el novedoso concepto de Out Sourcing.
Enorme gusto nos proporciona el saber que de todo el mundo llegan inversiones, gracias a las múltiples  invitaciones que constantemente hacen nuestros gobiernos conscientes de la urgente necesidad que tenemos de elevar nuestra tasa de crecimiento económico para las calificadoras internacionales.
Los resultados de estos llamados ya están a la vista, muchos capitales se han colocado en el centro mismo de las entrañas de esta desvencijada nación, ávida de novedosos productos.
Hemos extendido los brazos también a las gigantescas empresas petroleras trasnacionales,  gracias a Dios  nos han escuchado,  ya se disponen a ayudarnos a extraer las riquezas guardadas durante tantos siglos en los sótanos de la patria.
Cumplimos con la historia, se desplazan por las vías mexicanas esos modernos trenes propios del primer mundo, exportamos automóviles mexicanos al primo del norte, tenemos ya extensas cadenas de restaurantes de comida rápida, supermercados, cafés, sucursales y franquicias internacionales que permiten consumir a nuestro pueblo toda clase de lujos.
Inundados estamos por fin de esos enormes centros comerciales donde se encuentra desde un alfiler hasta un yate inflable, chocolate Hershell, Milky Way,  chicles Trident, Hells, Gatorate, Coca, Pepsi, Marlboro,  Camphells, Kellogs, Nabisco, Nestlé, vinos y licores, etc. todo de primer mundo.
Ahora nuestras amas de casa o de llaves, no necesitan ir a la frontera por fayuca, podemos adquirir aquí cosméticos, espejos y joyas, papelería, mercancías de todo tipo, aquí a la vuelta de nuestros muladares,  vecindades y multifamiliares.
Debemos reconocer que nos conquistaron ya no con armas y violencia como antaño, lo hicieron con eficiencia y calidad, jamás hubiésemos  podido llegar al sitio como el que hoy ocupamos en la jerarquía global.
A través de nuestra historia mostramos al mundo entero nuestra ancestral incapacidad para solucionar problemas y la ya tradicional ineficiencia que nos etiqueta y caracteriza.
Pero ahora damos muestra de nuestra madurez social, al reconocer esta lacerante ineptitud que nos ha dado fama universal de viciosos y holgazanes; el confesarnos corruptos, traicioneros y desvergonzados; nos pone ante los ojos del mundo como un país que acepta sus pecados, pero que existe en cada uno de nosotros un deseo, aunque se muy pequeño, de enmendar nuestras faltas que nos hacen tan desconfiables.
Todos lo saben, nuestras instituciones están penetradas hasta la cúpula por grupos mafiosos; tanto el poder legislativo que solo obedece al soborno y al cabildeo, el judicial que opera bajo consignas e influencias, como el poder ejecutivo que es una caverna de pillos y ladronzuelos de mala leche, también requiere una purga de parte de alguna potencia extranjera que se ocupe de tan ingente tarea.
Nunca hemos sabido ni podido gobernarnos, somos un pueblo incapaz de hacernos justicia, aquí la impunidad es el pan de cada día, todo lo hacemos mal, nadie duda que somos uno de los peores países del mundo, por eso solicitamos la intervención directa que nos extienda la mano, para sacarnos de este profundo agujero, donde hemos caído.
Tradicionalmente cambiamos valiosos tesoros por espejos, lentejuelas y canicas; somos entreguistas por antonomasia, fanáticos por cobardía, sumisos por ignorancia, miedosos e inseguros por vocación, devotos por tradición.
Nos gusta quedar bien, regalar, rematar la patria; somos farol de la calle y obscuridad de nuestra casa, hechos para perder, diseñados para la derrota y eso nos da gran ventaja para ganar las inversiones que ya vienen en cascada de más allá de nuestras frágiles fronteras.        
   
         

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