HOMOLOGANDO
-Hay que
ser como los demás esperan que seas, hay que cumplir con las expectativas de la
sociedad a la que te debes – Así le aconsejaban – Tienes que complacer, con tu
comportamiento a tus superiores, no te pases de la raya marcada, no excedas los
límites establecidos por aquellos que no son otra cosa que reflejo de los
dictadores de más allá de las fronteras, haz siempre lo que ellos quieren y así
te evitarás problemas-.
-Todos
bien portados, nada de inconformidades, ni críticas, ni protestas, ni reclamos,
ni paros, ni huelgas, ni nada ¿Qué les cuesta? y entonces serán ciudadanos
ejemplares, no esa chusma de anarquistas revoltosos. Comportándose bien, serán
agraciados con públicos reconocimientos y hasta con diplomas, que les acrediten
como ciudadanos del mes-.
Jamás
intenten levantar la voz a las autoridades, si hay algo que no les agrade, para
eso están las lágrimas, para eso existen los sollozos y los pucheros, para eso
hay clínex y pañuelos; no hay más bello que ver a un ciudadano aguantando todo
como un hombre, resistiendo estoicamente el hambre, la intemperie, las
enfermedades y la miseria.
En la
otra vida se te recompensará, ya lo verás, se premiará tu fe y tu beatitud,
allá gozarás en compañía del Señor de las alabanzas y salmos entonados por un
coro de ángeles, en medio de arpas, trompetas y nubes de algodón; eso siempre y
cuando mueras confesado de tus malos pensamientos.
No
quieras ser tú, arranca de tus planes todo deseo de rebelión, somete tus
anhelos libertarios a las autoridades, sepulta tus ansias de autonomía, no
quieras juzgar por ti mismo, para eso están los tribunales, agacha la cabeza y
no la levantes en tanto no se te lo ordene; así, de esta forma, nunca te
arrepentirás de haber caminado por la línea recta, marcada por tus jerarcas.
No te
quieras desprender del montón, está siempre atento a las indicaciones
superiores, tú no eres nadie para tomar decisiones ni directrices ni siquiera
de tu miserable vida, prende la televisión y entrégate sin oponer resistencia,
verás como todo se te facilita, haz sin chistar lo que se te dicta, ese es todo
el secreto de la mediocridad a la que tenemos que aspirar y está al alcance de
la mano.
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