EL AMBULANTE
Superación
personal era la consigna que se respiraba en aquel ambiente, tienes que ganar,
no te queda otra más que el triunfar, jamás debes perder, ser el primero,
esforzarte siempre, alcanzar sin tregua las metas, campeón en todos los
torneos, tu vida marcada por el éxito, deberás ser más, nadie se atreverá a
desafiarte ni será capaz de vencerte, les aplastarías de un soplo, estarás en
tu trono, serás la envidia y el deseo de todos.
Te admiran, querrán
conocerte, te imitan; pero tú estás en la cima, en la cumbre de la pirámide que
ellos escalan, los dejaste muy abajo y ellos como Sísifo, se desbarrancan
subiendo con sus penas.
Querrán disputarte el poder, pero inútilmente,
porque cuentas con el recurso de despertar y lo haces de frío, de hambre, de
dolor y te das cuenta que estás solo, tirado en un charco que no sabes si es de
sangre o de lodo, la lluvia te moja y te levantas, pero no tienes a dónde ir,
eres un caso perdido y lloras, eres el mediocre de siempre, el derrotado, el
perdedor, el ambulante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario