sábado, 7 de agosto de 2021

EL PARANÓICO

 EL PARANÓICO

Sentía que alguien lo vigilaba todo el tiempo, noche y día, nunca se sentía liberado de una atenta supervisión desde lo alto o desde su propio interior y conciencia, muchos pensamientos arribaban a su mente como una avalancha y en ese torbellino se desenvolvía o intentaba hacerlo.

-         Sé que están atentos, no solo a lo que digo sino también a lo que pienso, nada puedo hacer sin que intervengan- se decía-, ni cuando duermo me dejan tranquilo, se inmiscuyen en todo, en mis deseos, en mis necesidades, en mis aspiraciones, en mis locuras; no permiten que me aísle, que escape de su constante acecho.- pensaba-

-No hay un solo instante en el que no estén sobre mí- recapacitaba- ¿Cómo podré huir de ese perenne espionaje? – se preguntaba-

- Hasta en mis acciones íntimas me acosan, están ahí presentes, observando, criticando, calificando, juzgando, condenando, sentenciando- ¡ya basta! – Les gritaba de repente furioso, otras veces en silencio les creía engañar, escabulléndose sigilosamente-

En algunas ocasiones trataba inútilmente de desplegar un manto protector de olvido de esos telescopios que le enfocaban, de esas cámaras que le apuntaban, de esos índices que lo señalaban, de esos ojos que desde la sombras lo perseguían.

No había rincón alguno en el que no estuviera expuesto, invadían hasta el último resquicio de su madriguera, donde se ocultaba ingenuamente, pues hasta ahí era sorprendido.

-¿Qué me ven? – les murmuraba cuando deambulaba por calles, montes y valles- ¡ya olvídenme!

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