sábado, 28 de noviembre de 2020

TIMIDEZ

 TIMIDEZ

Era muy inseguro, todo le daba vergüenza, cuando alguien se aproximaba, se ponía tan nervioso que ansiaba esfumarse en el acto, entonces se escabullía y descansaba; tan tímido era que no hablaba para no interrumpir ni las palabras ni el silencio de los demás, se movía con demasiada cautela, parecía solo una silueta que de puntitas apenas se desplazaba a efecto de molestar a nadie, incluso se escondía entre las sombras con el afán de no ser descubierto.

Se pasaba de silencioso y discreto, nunca quiso hacer ruido, de ninguna manera, siempre quería pasar desapercibido y lo conseguía, ya no lo tomaban en cuenta y él se decía calladitos se ven más bonitos.

Intentaba desaparecer en cada rincón, en cada cornisa, en cada sótano, en cada cueva o caverna, le gustaban los pozos para hacer su madriguera.

Era tan tímido que hallaba escondrijos en todos lados, todo le daba pena, era muy vergonzoso, le agradaba callar, su boca era una sepultura, solo le servía para bostezar, comer y de vez en cuando estornudar y toser; aunque lo hacía agachado y cubriéndose por entero con una chal.

Al fin terminó sus días, aseguran que lo sorprendieron masturbándose, se murió de vergüenza.    

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