martes, 19 de septiembre de 2017

LOS JUECES

LOS  JUECES
Cómo es que dicen conocerte, saber cómo eres, cómo estás, cómo piensas, cómo sientes (?) Te clasifican, te ponen en un anaquel, con la etiqueta con la que te identifican y ahí quedas cristalizado, por la subjetiva opinión de uno de los jueces  que abundan, todo alrededor.
Te analizaron someramente, te compararon con el modelo perfecto que tienen como entelequia y saliste perdiendo, te falta mucho, casi todo para asemejarte a tal paradigma.
Quedaste no solo reprobado, sino además descalificado y podría ser que hasta desterrado. Deberías haber sido un ejemplo; pero cada vez que te quieren elevar  al pedestal donde lo ideal se yergue, te desplomas, para confundirte con el polvo.
Es inútil que te levanten de tal caída, de nada serviría que te invitaran una vez más, fracasarán en el intento y tú lo sabes; pero te obligan, te tienen encasillado.
¡Ah! Quieres escapar por la ventana, salir sigiloso por atrás, porque tú no eres “ese”, ese “así” petrificado, congelado en un eterno témpano, ese que quieren los jueces que deberías ser;  ese “así” es fijo, inamovible, una constante que ni disfrazado podrías con ella. Te ven desde allá, de fuera de ti; tú estás acá solo, dentro de ti, ves desde tu interior “en vivo” para afuera; los demás te pueden ver, tú no, eres la única persona en el mundo incapaz de hacerlo.
Pero tú sientes, tú percibes,  actúas e interactúas en consecuencia con la voluntad de los otros, de los demás,  a veces de la greña, a veces de la mano.
El mismo error tú cometes, sin querer eres también otro juez, porque clasificas, comparas, juzgas, etiquetas y encasillas; los tienes como paquetes generalizados. Aquí colocas unos, acá otros y allá a los demás. Las realidades cambiantes no son ni observadas en su movimiento ni en su aceleración ni en su freno. Son percibidas como paralizadas en el aparador, las has convertido en bizarro maniquí y el hombre de carne y hueso ya corrió, ya se fue adelante, ya se quedó o simplemente tomó otra ruta.

Rota la comunicación, se perdió la empatía, ¿dónde quedaste, dónde vas, dónde van? Así el mundo está repleto de seres que son lo que no eran y lo que eran ya no son. 

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