viernes, 30 de junio de 2017

LOS DIOSES

LOS DIOSES

Atravesando aquel idílico paraje, apuraba el paso, a fin que la tarde no terminara cayéndome encima como noche ante el temor de la aparición de los dioses que, según la tradición, habían amenazado desde tiempos inmemoriales a los transeúntes que se atrevían a cruzar el edén, lleno de misteriosos senderos.
De pronto sentí una sombra que seguía al viento, después algunos extraños resplandores que emergían intermitentes detrás de las exuberantes plantas que forraban todo alrededor.
Me sentí observado por miradas ocultas en la penumbra, luego perseguido por unos cascos que retumbaban cada vez más cerca; me detuve en el arroyo para aplacar la sed de  mi fatiga y en el remanso vislumbré la figura reflejada de un dios, me aterroricé quedando paralizado de impotencia, agaché la testa con los ojos cerrados esperando ser decapitado por la ira de la deidad; pero nada sucedió, yo temblaba de pánico, con voz entrecortada exclamé - ¿Quién anda Allí?-

Apareció un dios esplendoroso frente a mí, luego otra rara deidad a su izquierda y una exquisita diosa a su derecha; creí que me señalarían con el índice acusador y me arrojarían una sentencia irrevocable por mi tradicional herejía; pero se miraron, se atacaron de risa y cuando se doblaban, salí destapado.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario