viernes, 30 de junio de 2017

ATEA

ATEA

-Si dios existe, es perverso- me dijo la mujer - permite tanto dolor y tristeza para la gran mayoría de la gente, es además sádico y carece de misericordia, es ególatra y tirano, exige adoración ciega e incondicional, demanda sacrificios, amenaza con condena eterna para quienes no lo amen sobre todas las cosas-
-Nos atemoriza, nos tiene en jaque permanente, nos vigila día y noche, está pendiente de cualquier desviación de nuestra atención hacia otros objetivos que no sea dios, es absolutamente absurdo-
-Sí, en efecto; si existe, debe ser un ente muy cruel, le dije-
-Por eso no puedo creer en ese disparate, supuestamente ningún ser superior y creador de todo lo que existe, podría ser tan infame como para acicatear tanto sufrimiento humano;  su dios es vengativo, fomenta el crimen, es xenófobo y discrimina según cada religión- afirmó-.
-Quienes en eso creen, viven para salvarse, temerosos de su ira y esperando perdón y clemencia; pierden su libertad, se encadenan a las iglesias para hacerse esclavos y servidores; se pierden entre mentiras arrastradas hace milenios, por ellas matan-siguió diciendo-.
-A los creyentes los hacen sentir culpas, pecadores que habrán de buscar arrepentimiento y como premio de su sometimiento emocional: el cielo, la gloria al lado del dios- me dijo-.
-Sobreviven amagados con el infierno, en caso de disentir de los ministros de cualquier culto; los pobres fieles, son los primeros en negarse a pensar y ver por sí mismos, son malvadamente manipulados, incapaces de quitarse la venda de los ojos.-
-Por eso soy atea- me confesó-


No hay comentarios:

Publicar un comentario