martes, 28 de junio de 2016

REFUGIO

REFUGIO
La soledad es mi refugio, aquí oculto mi intimidad, huyo de mis críticos imaginarios, escapo de quienes buscan mi desprestigio y enlodan mi fama, aquí evado a mis perseguidores borrascosos, me oculto de mis enemigos inventados, de mis verdugos fantaseados; aquí no pueden verme, no logran alcanzarme, aquí me guardo de sus ataques ideados.
Mi soledad es una caverna profunda, nadie puede asomarse, dentro de ella soy invisible a sus miradas,  invulnerable a sus ofensas, blindado ante sus acusaciones, escondido de sus sospechas; aquí puedo blasfemar a mi gusto,  maldecir a mi antojo, despotricar a mis anchas.
El silencio envuelve mi aislamiento, solo es cubierto por el negro manto de mi impermeable soledad, nadie escucha mis pensamientos que, cautos y callados, salen de mi pluma, como mudas aves silvestres.
Todos se olvidan de mí, hasta el eco que repetía mi dolor rebotando en las montañas se ha ido, se escabulló entre esos cerros; queda solo el aire como mi entrañable compañía, su presencia la soporto por vital, leve y trasparente.

Aquí me acurruco, me hago rosca entre piernas y brazos, sumerjo la cabeza en mis rodillas y cierro los ojos para espantar la realidad, misma que se apaga al son del trueno y del relámpago al llegar la tormenta de esta noche.      

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