SOMETIMIENTO CIEGO
Blasfemias e improperios diseminados por aquellos remotos tiempos en los
que abiertamente los dioses habían desatado la ambición humana, ese resorte que
mecánicamente responde como reflejo de cualquier influencia externa, quedando
el criterio personal sepultado.
No te atrevas a desafiar a desafiar las órdenes y menos a desatender los
mandamientos de la autoridad, obedece las reglas y pasarás por el mundo sin
contratiempos, verás vacío tu camino, libre de enmiendas y obstáculos.
Cierra los ojos y escucha la voz cristalizada en tu conciencia que te dicta
lo que agrada al rey, al obispo, al gobernante, al poder; jamás intentes hacer
justicia por ti mismo, ni pensar autónomamente sin consultar a tus autoridades,
ten presente que tú no eres nadie para juzgar y debes aceptar que careces de
criterio propio, si es que quieres salvar tu alma de las llamas del infierno.
Sería anatema si empiezas siquiera a dudar de los mensajes del creador,
señor del universo, que no quita un ojo de tu proceder a fin de vigilar tu
camino por la senda del sacrificio, la abnegación y la virtud.
Nunca vociferes contra tus superiores, antes bien ríndete bajo su imagen,
híncate ante su recuerdo, doblégate con inmensa humildad bajo su látigo y así
tal vez te salves.
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