jueves, 14 de noviembre de 2019

VIVO ENTRE MUERTOS


VIVO ENTRE MUERTOS 

Vivo entre muertos, todos están callados, no hablan, no dicen nada, parecen idos; además son ciegos, no pueden ver, tienen la vista apagada, no roncan a pesar de dormir; no respiran, no resuellan, dejaron de bostezar para siempre; no gimen, no sollozan, no lloran ni se lamentan; permanecen quietos, no se mueven, nada piensan, nada imaginan, están fallecidos.
No sé qué decirles, cómo tratarlos, ojalá no se sientan si pienso en ellos, tal vez hasta se ofendan si me les quedo viendo; por eso, mejor disimulo y actúo como si no existieran.
Siguen tiesos, es que no oyen ni adivinan nada, están como ausentes, se vuelven muy serios, les falta la vida, esa chispa divina, el misterio más sorprendente incluyendo a la muerte; nada les duele, están helados, se enfriaron sin la vida, la energía se agotó, no quedó nada.
Se les disipó la energía, ellos solo son los restos, una estructura mágica que produjo vida; tal como me disiparé el día de mañana o de ¿x? Por ahora no los entiendo, ahí petrificados, a punto de desintegrarse; por eso me voy a vivir estos últimos días entre los vivos, aunque tampoco los entienda.                                                                                                                     

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